Carlos y la historia de su primer coche. Un SEAT 600 E.
En esta entrevista Carlos nos presenta con orgullo el coche que le acompaña desde que en 1995, año en el que con su flamante carnet de conducir, pudo hacerse con este modelo de SEAT 600 E.
Carlos nos cuenta con emoción en los ojos, como fue cuando cumplió 18 años y finalmente se sacó el carnet de conducir. La emoción de la libertad y la independencia llenaron su mente, pero en lugar de optar por un coche moderno y reluciente como sus amigos, decidió seguir su propio camino.
Siempre había tenido una pasión por los coches clásicos y un profundo respeto por la historia automovilística. Así que, en lugar de dirigirse a un concesionario de coches nuevos, se aventuró en la búsqueda de un tesoro más antiguo. Después de meses de investigación y búsqueda, finalmente encontró un Seat 600 en muy buenas condiciones.

El coche era de un color naranja brillante y tenía ese encanto nostálgico que sólo los coches clásicos pueden ofrecer. Sabía que no sería el más rápido en la carretera ni el más lujoso, pero eso no le importaba. El Seat 600 se convirtió en su compañero de aventuras, un símbolo de su amor por lo auténtico y su deseo de destacar entre la multitud.
Con su Seat 600, exploró carreteras sinuosas, pueblos pintorescos y paisajes espectaculares. Hizo amigos en el camino que compartían su pasión por los coches clásicos, y vivió aventuras que solo se pueden experimentar con un vehículo lleno de historia.
A medida que pasaban los años, el Seat 600 se convirtió en una verdadera reliquia, y él se convirtió en un apasionado defensor de la preservación de los coches clásicos.
Su elección de un coche antiguo en lugar de uno moderno no sólo le brindó innumerables aventuras, sino que también le permitió conectarse con su pasión y vivir una vida que era verdaderamente suya.Y así, demostró que a veces, en un mundo obsesionado con lo nuevo y lo rápido, elegir lo antiguo y lo auténtico puede llevar a las experiencias más significativas y a una vida llena de aventuras.
28 años después su 600 sigue a su lado y pese a las circunstancias de su vida jamás se planteo venderlo. Ahora, intenta transmitir a sus hijos la misma pasión que recorre sus venas.